viernes, 28 de diciembre de 2012

IRONMAN DE COZUMEL: Fin de una temporada inolvidable.

Ultima carrera de la temporada y la marcada con una "X" en rojo en el calendario como una de las más importantes, o la que más. En mi mano el boli es capaz de escribir mil y un inicios distintos para esta crónica pero al final se impone una de las ideas que rondaba mi cabeza cuando inicie el viaje a Cozumel. Desde que compito en triatlón ya sea gracias a las circunstancias o a mi perseverancia siempre he cruzado la línea de meta en cada prueba: retiradas = cero. Ese puede ser el mejor prólogo para luego desgranar mi aventura en el Ironman de Cozumel.

Tras la anterior competición, el medio Ironman de Sevilla, ya note que acumulaba bastante cansancio al haber realizado tantas competiciones este año y por suerte rindiendo a un buen nivel. El último mes de preparación resulto bastante duro psicológicamente hablando ya que llegaba el frio, días de lluvia, menos horas de sol y un horario de trabajo más exigente justo cuando más horas de entrenamiento había planificadas. Fueron días muy incómodos donde mis sensaciones no eran tan agradables como en semanas anteriores y que yo achacaba en gran parte al frio que me suele pasar bastante factura.

Embarcando rumbo a México, con ganas ya de Ironman.
 
Ya en el avión de camino a México, cuando apenas restaban horas para colocarme en la salida de la carrera, el pensamiento que inundaba continuamente mi cabeza era otra frase del mítico Mark Allen "You can keep going and your legs might hurt for a week or you can quit and your mind will hurt for a lifetime” (“Puedes continuar y tus piernas te dolerán por una semana o puedes renunciar y tu mente te dolerá toda la vida”). Yo lo tenía claro, era la última carrera de un año muy largo de competiciones y al final me había costado mucho más trabajo el colocarme en la línea de salida así que iba a dar todo por cruzar la meta.
 
La zona estaba repleta de alusiones al Ironman de Cozumel.


Llegue tres días antes de la competición a la isla para poder hacer al menos un par de sesiones de entrenamiento suave con las que aclimatarme al clima cálido ya que venía del frio otoño de Madrid. Un par de días de carrera, una salida relajada de unos 30 km. con la Boardman TT, una sesión de natación de apenas 20 minutos para establecer contacto con el agua de allí y ya estaba todo listo para la batalla que me esperaba el domingo. Las sensaciones eran buenas y mi motivación iba en aumento ya allí ya que la zona estaba repleta de triatletas y el ambiente inmejorable.


Esto se ve desde los acoples de mi Boardman TT. El día de entrenamiento suave.

El sábado anterior a la competición era el día en el que teníamos que dejar preparadas las cosas de las dos transiciones. Yo fue el día que aproveche para rodar con la bici y ver la zona y así después dejar las cosas en la zona de transición. El comienzo de la natación y la transición 1 se realizaban en el parque acuático Chankanaab que se encontraba a unos 6 km. del centro de la San Miguel de Cozumel, donde se llegaba a la transición para comenzar la maratón y donde estaba también la zona de meta.


Zona de la transición 1, un parque repleto de triatletas y bicis, hasta 2600.

El domingo, día de la carrera, llegue temprano para terminar de preparar los últimos detalles con tiempo, inflar tubulares, colocar bidones, geles y barritas High5, las zapatillas en las calas, etc. A las 6:40 comenzaba la prueba con la salida elite y a las 7:00 era nuestro turno, el de los grupos de edad. Sigo el ritual de cada carrera y me tomo un gel de cafeína High5 para activar un poco el cuerpo antes de empezar. Según voy enfilando hacia la zona de la salida puedo observar a los delfines del parque saltar y hacer piruetas con motivo del inicio de la prueba, impresionante.

La salida de la natación fue un poco caótica, se hacía desde el agua y había que ir nadando para colocarnos en la línea imaginaria de salida. A mí me pillo esto un poco regazado y a eso se sumo que mucha gente se adelanto a la voz del juez de salida así que ya de primeras la cosa empezaba torcida aunque es un IM y hay tiempo para remontar si es necesario. A los pocos metros de iniciar la natación, y tras coger un sitio tranquilo donde no verme muy atascado, empiezo a notar malas sensaciones como si no fuera capaz de aguantar el ritmo de competición habitual al que suelo ir.

En cualquier otra competición es un problema el sentirme así pero al comienzo de un Ironman era un verdadero drama por los kilómetros y horas que quedan aún por delante, donde el fantasma de la retirada aparecerá en incontables momentos. En ese mismo momento me hago la promesa a mi mismo de que voy a cruzar la meta y ser finisher aunque el objetivo y la manera de afrontar la carrera ya no sea el de competir por hacer un buen puesto y tiempo. No estoy dispuesto a rendirme tan fácilmente y echar por la borda el sacrificio de los últimos meses y las ilusiones que había puesto en esta carrera. Los madrugones para entrenar en mis días libres de trabajo, salir con frio, lluvia y de noche, etc. No tenía sentido el haber realizado un viaje tan largo, en el sentido literal de ir hasta México, y el figurado de tanta dedicación para bajar los brazos al primer contratiempo. Además me sentía en deuda con la gente de Wiggle por toda la confianza depositada en mi y el trato sobresaliente que me están dando. Todas estas circunstancias cimentaron mi mentalidad para no rendirme bajo ningún concepto y aunque no fuera a competir como estoy acostumbrado últimamente, luchando con otros triatletas por posición, la carrera me iba a servir más que nunca para luchar contra mi mismo y el sobreponerme a pensamientos negativos desde el kilometro inicial. Sabía que si cruzaba la meta podría estar orgulloso de mi al igual que en otras carreras aunque el resultado pudiera parecer pobre para lo que estoy acostumbrado últimamente.

Ya mentalizado en llegar hasta el final voy pasando el sector de natación. Este segmento es sin neopreno por la temperatura cálida del agua lo que hace el desarrollo más complicado, sobre todo a mi que no soy un buen nadador y el neopreno me favorece por la flotación. Termino la natación con un tiempo de 1h18’ y unos 4 km. según me marca el Gamin 910XT. Doscientos metros más larga que puede ser por ir esquivando gente pero lo que es peor con un tiempo malo comparado con el tiempo que he marcado en los anteriores IM de entorno a una hora justa. Si de por sí ya costaba estar en marcha esto es un nuevo mazazo para mi confianza, aunque algo me hace pensar que no es tanto un mal rendimiento mío sino que ha sido dura la natación y con corrientes porque quedan muchas bicis en la transición cuando cojo mi Boardman. Luego después de la competición al ver los resultados corroboro que realmente los tiempos de natación han sido muy discretos para todo el mundo, casi todos por encima de una hora.


Saliendo de la transición 1 con ganas de empezar el ciclismo.

Encaro la transición 1 con el pensamiento de que llega el sector de bici donde yo suelo encontrarme mejor y con la esperanza de obtener mejor rendimiento en este. Ya en marcha en el circuito de 60 kilómetros alrededor de la isla, al que se dan 3 vueltas, empiezo a pasar corredores aunque no con la soltura de otras veces. La primera vuelta aun sin ser brillante o sentirme del todo cómodo consigo hacerla a unos decentes 34 km/h de media pero sé que no ha sido del todo buena y en otro momento del año y con otras sensaciones fácilmente podía haber marcado cerca de 36 km/h porque apenas soplaba el viento aun a esas horas. Cuando voy acercándome al ecuador de este sector empiezo a notarme más pesado, a mis piernas le cuesta más mantener una determinada cadencia y el aire empieza a aparecer con más fuerza incomodándome aun mas. En ese momento me encuentro pasando a otro triatleta cuando un juez en moto me sanciona con un blocking (demasiado tiempo en el lado izquierdo para rebasar a otro competidor) y me insta a parar en el siguiente penalti box durante 4 minutos. En cualquier otra carrera hubiera echado humo por las orejas pero en ese instante quizás era la excusa perfecto parar cambiar el liquido de los bidones y aclarar un poco la cabeza. Tras esa parada y antes de terminar la segunda vuelta paro en el avituallamiento especial para recoger mi bolsa que prepare con un sándwich y una coca cola ya que en este segmento los bidones que daban solo eran de agua o isotónico. La verdad que me gustaría decir que surtió efecto esa bolsa especial que prepare pero ese día lo que fallaba no era la falta de alimento o de poder asimilarlo sino que directamente me sentía sin fuerzas desde la salida.

Intentando sobrevivir al sector de bici que no se dio tan mal al final.

Termino la segunda vuelta con un tiempo 10 minutos mayor que el de la primera que teniendo en cuenta las dos paradas realmente deben ser como 2-3 minutos netos peor, lo que hace que no haya estado mal. En la tercera vuelta es cuando ya comienza la odisea y a pasarme factura de verdad el aire y estar realmente incomodo. Apenas transcurridos 10 kilómetros y a falta de 50 se me levanta un intenso dolor de cabeza no sé si debido al aire, el calor o a ambos. Ya voy pedaleando por inercia y el ritmo ha decaído bastante. Solo voy pensando en terminar ya el sector ciclista para poder sentarme un rato en la transición 2 y descansar. Incluso a sabiendas de que si estoy así ya en la bici la maratón será de sufrir desde el primer metro y prácticamente de andar desde el principio.
 
Llegando a la transición 2 ya casi sin fuerzas.

Llego a la transición 2 con un tiempo total de 5h44’ en la bici, a priori un mal parcial con lo que suelen ser mis ritmos y los entrenamientos realizados pero siendo consecuente y con lo que llevaba sufriendo desde el principio era un muy buen tiempo aunque había ido empeorando el ritmo según pasaban los kilómetros. Cogí la bici entorno a la posición 100 de mi grupo de edad y me baje de ella cerca de la 70 así que al menos algo recupere aunque esa ya no fuera mi guerra. Ya en la transición 2 me siento tranquilamente a ponerme las zapatillas, reposar un poco, beber agua y mentalizarme de cara a la maratón en la que aun sufriré más que en el ciclismo.

Corriendo en la primera vuelta de la maratón.

Comienzo la maratón y empiezo corriendo aunque en mi cabeza está la idea de que no voy a durar mucho. Para mi sorpresa paso bien los dos primeros kilómetros a un ritmo algo por debajo de 5 minutos cada kilometro. Viendo que más o menos puedo aguantar me obligo mentalmente a al menos hacer la mitad de la primera de las tres vueltas de 14 km. que componen la maratón. Así llegado al punto de giro que marca los 7 kilómetros (mitad de vuelta) para volver a la zona de boxes y meta me vuelvo a convencer para seguir luchando por correr y no andar hasta terminar esa primera vuelta. En ese momento son sobre las 15:00 en Cozumel y el sol azota sin piedad sobre el circuito de carrera. Al concluir la primera vuelta completa el calor ya hace mella en mi y el cansancio también por lo que no puedo evitar parar para beber tranquilamente y coger algo de aire. Al final esa segunda vuelta la hago prácticamente andando por completo. Si en la primera había hecho un parcial de 1h09’ para completarla la segunda se me va a mas de dos horas, casi el doble. Ya en la tercera y última vuelta empieza a anochecer y me vuelvo a encontrar mejor así que a ratos camino y otros momentos reanudo la carrera a ritmos cercanos a los 6 minutos por kilometro ya que mis rodillas ya empiezan a doler al ir enfriándose.

Sufriendo para aguantar en la segunda vuelta de carrera a pie.

Al final los últimos 5 kilómetros los hago corriendo debido a las ganas de cruzar ya la meta a pesar de que las piernas pesan mucho, duelen y las rodillas se sienten como si te clavaran agujas. Cruzo el arco de meta con un tiempo de 12h07’ muy alejado de lo que creo que puedo rendir pero lo único que ha sido capaz de dar de sí mi cuerpo hoy en carrera, posición entorno a la 530 absoluta y 100 de mi grupo de edad. En ese momento, aunque no era la carrera que esperaba hacer ni un tiempo que hubiera firmado a priori, me siento muy orgulloso de haber llegado a meta y ser por tercera vez finisher de una prueba Ironman, la segunda este año 2012. He pasado toda la prueba luchando contra mi mismo y las malas sensaciones desde el inicio por lo que me siento feliz de haber podido recorrer los 226 kilómetros totales de la carrera y no rendirme.

Una de las entradas en meta y medalla con más valor. Las marcas de la carrera en mi cuerpo.

Con el Ironman de Cozumel pongo el punto final a una temporada muy larga y exigente que empezó allá por el mes de abril con el medio Ironman de Arenales 113 y en la que he participado en 11 pruebas de triatlón: 2 Ironman, 4 medio Ironman y 5 triatlones olímpicos con y sin drafting. El bagaje para mi es muy positivo ya que en la mayoría de las competiciones he podido rendir a un gran nivel dentro de mis posibilidades, incluso consiguiendo buenas clasificaciones y tiempos, incluido un puesto de podio en el medio Ironman de Sevilla.


Finisher una vez más gracias a Wiggle.

En gran parte todo este buen rendimiento y motivación ha sido gracias al apoyo y confianza de Wiggle. No solamente en lo que a logística y material se refiere sino también al sentir que tenía el respaldo de un equipo de gente detrás de mí lo que me hacía sentir con más ganas de entrenar y competir. Desde aquí muchísimas gracias por esta oportunidad y siento que mi resultado en el IM de Cozumel no haya estado a la altura de las otras competiciones.

2 comentarios:

  1. Se que no te fue bien con Cozumel tío, pero ahora leo la crónica, muchos meses después.
    Eres un grande tío. Supongo lo que debe pasar por la cabeza de un tío como tú que puede ir mucho más rápido, cuando las fuerzas fallan.
    Sin embargo, le echas valor y siempre cruzas la línea de meta, lo cual te hace mejor aún.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Jeje! Muchas gracias Alberto!. En Cozumel no es que pensara que podía ir más rápido y el cuerpo no diera de sí. Es que directamente llegue ya fundido, el ultimo mes d eentrenamiento ya costo mucho sacarlo, 2012 fue una temporada en la que fui demasiado ambicioso intentando terminar con IM en diciembre, debí haber parado en octubre con Sevilla. Un abrazo amigo!

    ResponderEliminar