Apenas
seis días después de competir en el Triatlón de Castro Urdiales
tocaba de nuevo colocarse un dorsal en el mítico Triatlón de
Cuenca, ni más ni menos que este año
el aniversario con su XXV edición.
Cuenca tiene la categoría de ciudad histórica y además los títulos
de “Muy Noble, Muy Leal, Fidelísima y Heroica” algo que yo
ignoraba pero que vienen al pelo para calificar mis expectativas de
cara a esta carrera. Justamente esta temporada la única carrera que
repito respecto al año pasado es esta, algo poco habitual respecto a
otras temporadas en las que coincide que repita al menos dos o tres
respecto a anteriores años. Teniendo en cuenta que en 2012 conseguí
mi mejor rendimiento en competición junto a alguna época de 2011
pues ya va tomando sentido el apelativo de heroico más sentido en
esta crónica.
Mi Boardman
preparada para el sector ciclista de Cuenca por segundo año
consecutivo.
Si la
prueba de castro Urdiales la afrontaba con muchas ganas y motivado al
200% a Cuenca llegaba justo al contrario producto de romper un poco
la rutina de entrenamientos y descanso al quedarme unos días de
vacaciones en Cantabria. Tanto es así que el mismo día de la
carrera conocedor de lo estrecha y conflictiva que es la salida de la
natación mi cabeza me pedía tomarme las cosas de manera más
relajada y no entrar en batalla lo que significaría perder tiempo ya
en el primer sector y también tardar más en entrar en el calor de
la competición. Para hacer mas distendido el rato previo y olvidarme un poco de la carrera y mis sensaciones afortunadamente corrio mi compañero de equipo José Luis Menéndez que otra cosa no pero sabe como hacer ameno y divertido los previos. Además coincidí con Ivan Díaz con el que días antes compartí una buena charla en una salida de bici por tierras cantabras. Y es que este año llevamos los dos caminos muy parecidos en cuanto sensaciones y resultados.
En la transicion con mi compañero José Luis.
Dicho
y hecho si algo se que es leal y fidelísimo en mi manera de actuar
es que si llevo una idea preconcebida es complicado sacarme de ella.
Por este motivo al darse el bocinazo de salida de la prueba con la
natación me quede en una zona
intermedia tirando hacia detrás y no entre en batalla los primeros
metros para no agobiarme y recibir golpes. Los 1500 metros se
realizan en un recorrido de 750 metros al que se dan dos vuelta y en
el comienzo de la segunda vuelta con todo el mundo ya mas estirado es
cuando empecé a nadar un poco más suelto y no quedarme atascado en
medio de grupos con ritmos inferiores al mío. Al final el pronóstico
se cumple y marco más de 24 minutos saliendo en posición 86 de los
250 participantes, más de un minuto más lento que en 2012 y más de
20 posiciones retrasado. En la transición sigo con la calma
aplicando protector solar en las marcas de la caída por lo que si de
por si tenía mucha gente por delante al subirme en la bici mi
posición de carrera ya debía andar por el 90.
Imagen
de la natación en el giro de boya.
En el
sector de bici
como siempre empiezo pasando a gente de manera constante pero sé que
este sector es duro aquí y acumula un desnivel total de más de 850
metros en tan solo 43 kilómetros. Según van pasando los kilómetros
noto que siento mejores sensaciones incluso que en Castro Urdiales y
eso me anima porque no esperaba eso. Hacia el kilometro 15 si culmina
una de las primeras subidas y se hace un giro de 180º para volver
por donde se subió. En ese momento aprovecho para ir calculando mi
posición y según me voy acercando al giro puedo comprobar que
aunque he pasado a bastante gente voy sobre la posición 60-65 lo que
es una posición muy atrasada respecto a lo conseguido el año
anterior donde entre el 21 en meta. Aun así no me desanimo porque
voy con buen ritmo y continuo la remontada pero ya sin contar
puestos. Al final concluyo el segmento ciclista en 1h14’ con el 30
mejor parcial y según mis cálculos cerca del puesto 45-50 en la
transición dos.
Saliendo
fuerte de la transición dos a correr.
La
transición vuelvo a hacerla relativamente despacio al aplicar de
nuevo protector solar y ponerme calcetines para correr. En la carrera
a pie nada más ponerme en marcha salgo
fuerte, como de costumbre, y empiezo a ver un buen ritmo en el Garmin
910XT entorno a los 4’-4’10” por kilometro. El circuito ya lo
conozco y sé que se hace duro por los giros constantes y por una
subida de asfalto que se hace más pesada por el calor. Son tres
vueltas en total para completar los 10 km. y en la primera vuelta me
ha rebasado un corredor pero lo he compensado adelantado yo a dos. En
las sucesivas vueltas me rebasa un triatleta mas y constato lo que en
Castro Urdiales y es que se me hace muy complicado ir más rápido de
cierto ritmo pero lo puedo mantener sin apenas sufrir y llegando muy
entero con un parcial a pie de 43 minutos, un minuto mejor que en
2012. Cruzo la línea de meta con un tiempo
total de 2h23’07”, apenas dos
minutos peor registro que en 2012 lo que me hace estar satisfecho ya
que se que ese tiempo lo he perdido sobre todo por no querer luchar
en la natación y en las transiciones pero por el contrario también
se que este año la carrera ha sido más llevadera al no hacer el
calor extremo de 2012.
Clasificación
oficial del Triatlón de Cuenca 2013.
Según
termina la carrera me ducho, recojo las cosas y me marcho de vuelta a
casa cuanto antes para descansar de esa semana de viajes. Sin saber
ni tampoco importarme mucho la posición real en la que llegue a meta
ni ver las clasificaciones. Más tarde un compañero me dice que al
final he sido el 35 en meta lo que me hace esbozar una sonrisa ya que
yo pensaba que estaría más cerca de la posición 50 y pensando que
si hubiera luchado desde el inicio quizás podía haber andado en
top30 algo que tampoco cambiaria mucho mis buenas
sensaciones de ese día al contrario de lo que pensaba antes del
inicio.
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