viernes, 29 de junio de 2012

Primer parte de la temporada 2012 (Vol. I):

La temporada 2012 empezó de una manera un tanto extraña, en gran parte por las circunstancias con las que termine el año y temporada 2011. La temporada 2011 se alargo más de lo que pensé inicialmente, hasta el punto de que estuve a punto de participar en el Campeonato de España de LD de Orihuela (principios de noviembre), del que me aparto una  desafortunada y seria caída entrenando con la bici. Este incidente me obligo a parar debido que no podía nadar por las quemaduras producidas en la caída. Al final empecé a preparar 2012 a finales de noviembre y cuando iba cogiendo ritmo, siempre como objetivo el Ironman de mayo, me sucedía algún contratiempo. Como a primeros de diciembre una torcedura de tobillo corriendo por la montaña o a finales de diciembre otra desafortunada caída con la bici que a priori tuvo menos consecuencias pero que debido  al golpe  sufrido en cadera y glúteo desemboco en una contractura en el piramidal.

No todas la fotos iban a ser de guapo

Como digo el 2012 empezó ya algo torcido en planteamiento y muchas de las metas intermedias para los meses de enero y febrero, que me había planeado para ver la evolución de  cara al IM tuve que ir descartándolas, debido a que no había enlazado las semanas de entrenamiento necesarias para acometerlas. Al final la primera parte de la preparación se  demoro hasta marzo que fue cuando hice un test en la Media Maratón de Aranjuez, sobre un recorrido prácticamente plano pero que ese día tuvo alguna dificultad por el viento que soplaba y tener un circuito muy expuesto. Aun así las cosas salieron sobre lo previsto mejorando mi marca en media maratón realizando 1h23'11" lo que me hacía pensar que aunque iba con un poco de retraso respecto a la planificación se iban enderezando las cosas.

Tiempo y ritmo de la media maratón

La siguiente prueba seria ya era el primer triatlón de la temporada. Por tercer año consecutivo me disponía a correr el 1/2 Ironman de Arenales 113, en Elche. Gracias una buenas sesiones de carrera a pie en Semana Santa, pensando en el volumen de entrenamientos para el Ironman, y a que por lo general tengo gran facilidad para coger un buen tono en la bici todo hacía pensar que podía hacer una buena carrera. Pero justo un par de semanas antes empezaron a salirme unas molestias en la rodilla izquierda que sumadas a un bajón anímico enorme la semana anterior hicieron que dudara en viajar y participar. Al final me obligue a correr, sabiendo que quizás era la mejor solución para salir del bache anímico que estaba atravesando, así que sin apenas convencimiento y motivación, coloque las cosas en la zona de transición el día antes y el domingo 22 de Abril por la mañana me coloque en la arena de la playa de Arenales de Sol. El resultado fue mucho mejor del esperado, una natación más que aceptable, seguida de una bici como acostumbro a hacer, remontando posiciones, vino acompañada de un segmento final de carrera a pie que no me esperaba aunque era lógico en parte por el volumen que llevaba acumulado de cara al IM. Al final en la carrera a pie seguí remontando y conseguí levantar el ánimo que llevaba días por los suelos. La carrera concluyo con una posición 83 absoluta de cerca de 1000 participantes, 8º en mi grupo de edad de casi 300 y un tiempo de 4h40' mejorando en 12 minutos el tiempo de 2011.


Pedazo de equipo y los que faltan

La buena actuación en Elche me dio alas para seguir las pocas semanas que quedaban para afrontar el Ironcat (Ironman de L'Ampolla, 12 de Mayo), así que apure las tres semanas  que quedaban para la cita y me encamine a la salida del IM con mucha confianza, quizá en exceso y con muchas ganas. El objetivo era abordar el sub-10, si salía un día climatológicamente hablando favorable, ya que por recorridos y por mi estado de forma no era nada descabellado. La mañana de la carrera me dirigí a preparar las cosas en el box y algo no me gustaba, no estaba a penas nervioso ni serio y eso era raro en mí cuando afronto una carrera, lo mismo algo estaba cambiando y el estar más confiado se traducía en una carrera mejor. Así se dio la salida, rápidamente en la natación cogí mi ritmo de crucero y según pasaban los metros, boyas y vueltas yo mantenía el ritmo y la gente se iba quedando, al final salí del agua marcando 60' justos y en posición 21 de más de 200 participantes. Llegaba la bici, el segmento más largo pero el que mejor se me suele dar así que estaba tranquilo. En total seis vueltas a un circuito plano de 30 km., algo que psicológicamente puede ser duro pero que se puede convertir en una ventaja para realizar calculo de sensaciones, alimentarse de manera ordenada, etc. De este modo cuando ya iba en la segunda vuelta y con el ritmo medio necesario para saber que me bajaría bien de piernas para correr la maratón, la media que llevaba era de unos 35.3 km/h que dentro de lo calculado para el sub-10 apuntaba al tiempo final más optimista.  Así transcurrieron los kilómetros hasta llegar al 110 más o menos momento en el que empezó a soplar viento y rápidamente mi cabeza paso a gestionar el resto del segmento de manera de mantener la tensión y sensación de esfuerzo en la bici aunque la media fuera bajando ya que aun quedaban los 42 km. de carrera. Al final llegue a la T2 con una media de 34.0 km/h clavados y un tiempo en ese segmento de 5h15' dentro de la ventana para ir a por el sub-10. Además conseguí remontar varias posiciones bajando de la bici el 14 absoluto. En total llevaba 6h21' de carrera incluyendo las transiciones así que tenía más de 3h30' para afrontar la maratón, algo factible por los ritmos controlados de las tiradas que había realizado entrenando.


Empezando el calvario

Pero no contaba yo con otros factores, uno de ellos que habíamos pasado de estar varias semanas a temperaturas casi otoñales a de repente estar 34º con sol y humedad de zona costera, a lo que se añadió que por mi miedo a decaer en la carrera comí en exceso en la bici y aunque no tenia molestias estomacales me baje a correr con el estomago lleno, sensación que a mí me impide correr bien. Aun así salí rápido como suelo hacer hasta que las piernas se colocan a su ritmo conocido, el primer km. cerca de 4' escasos lo que me hizo echar el freno, otro error porque yo voy mejor dejándome llevar y los primeros kilómetros saliendo fuerte como me pide el cuerpo hasta que "acomodo" las piernas a la carrera y me pongo a mi ritmo de crucero. El resultado fue que sumando el calor sofocante a mi estomago lleno y al no haberme dejado llevar y obligarme a ir a ritmos de 4'40"-50" por km., en el km. 7 empecé a sentir que no iba bien de ritmo para bajar de 10 horas, el resultado fue que me rendí yo solo. Deje que mi cabeza tirara la toalla porque ya parecía que la carrera no valía, una carrera de 10 horas!!, y me deje llevar andando y corriendo según me apetecía para terminar por vergüenza torera y porque sabía que dentro de lo malo no iba a hacer una clasificación muy desastrosa aunque no acorde con mi preparación. Entre en meta con 11h09' y una maratón horrible de 4h48' mucho peor que en mi debut en el IM de Lanzarote 2011, pero bueno ese día es lo único que mi cabeza fue capaz de hacer rendir a mis piernas, que realmente tenían para algo mas aunque no hubiera conseguido el sub-10. Termine el 40 absoluto de los 200 y algo participantes y más cabreado que un mono pero todo por mi culpa. Toda una cura de humildad que me vino muy bien ya que ese día había perdido la perspectiva de porque competía en triatlón, por las emociones y el disfrute que me proporciona por encima de exigirme resultados ya que es mi hobbie no mi trabajo. Afortunadamente ha sido la única vez que psicológicamente me he rendido por pensar que no cumplía un objetivo y también espero sea la última.
 
Hasta aquí la primera entrega de esta primera parte de la temporada para no alargar esta entrada en exceso. En la siguiente expondré el resto de competiciones y semanas hasta la semana actual en la que nos encontramos.

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